Una reflexión sobre los zapatos



A pesar de que necesitamos de los pies durante muchas horas del día, en ocasiones sacrificamos la salud y comodidad a favor de la moda. La verdad es que el calzado es un elemento del vestuario que debe ser elegido con cuidado para evitar a largo plazo la aparición de lesiones irremediables.



El peso del cuerpo se reparte en los pies, en ciertos puntos básicos como la parte delantera y el talón. Cuando estamos parados la carga principal la recibe este último y equivale a más de la mitad del peso del cuerpo. Cuando utilizamos zapatos con tacón esa proporción cambia, porque elevamos el talón y recargamos la parte delantera del pie. Así, entre más alto sea el tacón mayor carga recibe la parte delantera; se calcula que los tacones próximos a los diez centímetros obligan a ejercer casi todo el peso del cuerpo sobre los pobres dedos los pies.

¿Qué sucede cuando usamos tacones altos? Además de distribuir de manera poco natural el peso del cuerpo en los pies, este tipo de calzado puede provocar deformidad en la bóveda plantar, acortamiento de los músculos gemelos de las pantorrillas y sobrecarga de los huesos de los pies. Otros efectos son la pérdida de estabilidad al caminar (y no digamos correr), el agotamiento y la aparición de lesiones en la piel.

¿Cuál es la consecuencia de los zapatos con punta? En general, este tipo de horma hace que los dedos  queden aprisionados y produce bastante incomodidad. El dedo gordo tiende  a salirse hacia afuera mientras el cuarto y el quinto se retraen hacia dentro. Además de lograr una posición poco natural de los dedos, en ocasiones afecta tendones y en algunos casos los huesos. Estos desequilibrios suelen ser momentáneos si estos zapatos no se utilizan por mucho tiempo.

Recetas naturales

Tratamiento suavizante intensivo


Conviene aplicar este tratamiento durante la noche para proveer de hidratación a manos y pies extremadamente secos y maltratados. El aceite se utiliza tibio y se esparce sobre la piel.

Ingredientes

4 cucharadas de aceites de almendras

4 cucharadas de aceite de germen de trigo

8 gotas de aceite esencial de manzanilla o de lavanda

Preparación y aplicación

  • Caliente en una olla pequeña el aceite de almendras. Añada el germen de trigo y espere unos pocos minutos.

  • Retire del fuego y agregue el aceite esencial de su preferencia.

  • Limpie sus pies con agua antes de utilizar este aceite. Haga un masaje en la planta del pie para favorecer la circulación y penetración del producto. Cubra con unos calcetines o medias de algodón (o guantes si desea aplicarlo en las manos) y deje actuar toda la noche.

Prevenir mal olor de los pies


El cambio frecuente de calcetines o medias, el consumo de abundante agua y la siguiente receta le ayudarán a controlar el intenso olor que a veces producen los pies.

Ingredientes

2 bolsas de té negro

4 tazas de agua fresca para preparar el té

8 tazas de agua para realizar el baño

Preparación y aplicación

  • Prepare el té con estas indicaciones: ponga a calentar 4 tazas de agua en una olla y unos segundos antes de que empiece a hervir retire del fuego. Sumerja en el líquido las bolsas de té y deje infundir de 5 a 10 minutos. Mantenga el recipiente tapado mientras tanto.

  • Mezcle el té y el resto del agua (previamente entibiada) en una fuente de boca ancha y poco profunda en la que va a realizar el baño.

  • Sumerja sus pies en ella de 10 a 15 minutos y luego seque muy bien, dedo por dedo.











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