Las edades del maquillaje




Todo tiene su momento y lugar, dice el dicho popular. Nada es más cierto en materia de maquillaje.



Las jovencitas que empiezan a maquillarse deben hacerlo discretamente sobre todo de día para destacas las virtudes de una piel joven y fresca. La base puede evitarse o tener una consistencia muy ligera, para los labios un poco de brillo es suficiente. En la noche se deben elegir sombras que iluminen los párpados y tonos de labiales un poco más oscuras.

Cuando se llega a los 30 años, conviene utilizar bases hidratantes, transparentes y acordes al tipo de piel. Las sombras y labiales pueden ser ligeramente más intensas; se recomienda tonalidades claras para mujeres de cabello rubio y tez blanca y un poco más fuertes para las pieles morenas o amarillas y el pelo oscuro.

Después de los 45 años, el maquillaje puede ser más sofisticado sin que esto signifique hacer del rostro una máscara. Conviene utilizar bases y polvos traslucidos y sombras suaves. Deben evitarse los colores oscuros porque hace más dura la expresión y acentúan las arrugas.


Algunos elementos


Un cepillo de cejas facilitará el peinado de éstas y su limpieza. Si tiene las cerdas duras y firmes conseguirá mejores resultados. Lávelo con frecuencia para prolongar su vida útil y liberarlo de suciedades. De igual forma es esencial contar con unas pinzas depilatorias.

El rizador de pestañas es uno de los elementos opcionales de esta lista porque no todas las mujeres lo necesitan. Tenga cuidado cuando lo utilice para no lastimarse los párpados.

Una banda elástica para recoger el pelo es básica. Además del maquillaje también puede usarse en los momentos de limpieza, tonificación, exfoliación o mascarillas.

Una borla de terciopelo ayudará a aplicar el polvo facial con precisión. Es un elemento opcional que puede ser sustituido por una brocha. En todo caso las esponjas no son muy recomendables, pues tienden a exigir mayor cantidad de maquillaje (especialmente de la base) del necesario.

Un sacapuntas es indispensable para perfilar los lápices de cejas y boca si los utiliza. Vale la pena tenerlos con suficiente punta para que la madera no nos haga daño.

El algodón, los pañuelos faciales y los hisopos (o copitos) de algodón también son provechosos durante el proceso de maquillarse y desmaquillarse.

¿Bronceada?

Sentir la piel ligeramente bronceada se asocia con vacaciones, descanso, placer. Aproveche esa época del año y trate de no maquillarse o hacerlo en una mínima cantidad. Si este es su caso entonces tenga en cuenta que el maquillaje debe enfatizar ese tono que recuerda al bronce. Seleccione una base muy ligera y transparente y de un color cálido muy parecido al de su piel. Prefiera a los rubores con tonos cercanos al naranja y lejanos al rosa. La sombra deberá ser diáfana y luminosa, para lo cual los amarillos, naranjas y beige son ideales. Se trata de acompañar a la piel en su proceso de relajación y disfrute y no de cubrirla con exceso de cosméticos.

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